Los Extremos Te Desvian

Del 13 de agosto de 1961 al 9 de noviembre de 1989 Alemania estuvo dividida por un muro. Del lado oriental estuvo dominada por un sistema totalitarista, con muchas reglas y un estricto estilo de vida que asfixiaba y le quitaba a su gente el potencial dado por Dios para vivir una vida plena. Por el lado oriental se vivía bajo un sistema abierto, organizado con reglas menos estrictas, pero incluso con limites permisivos, condescendiendo en nombre de la tolerancia la prostitución, las adicciones y en ocasiones la impunidad en actos irresponsables.

 

Cuando Cristo viene al corazón de una persona y nace de nuevo, se experimenta esa libertad que ofrece Jesucristo y ese gozo de la salvación que el Espíritu Santo solo puede dar. Pero allí viene la oportunidad de vivir una vida para Dios rodeada de la tentación de inclinarse a uno de los dos extremos: el primero es el legalismo en el que hay muchas reglas, todo es oscuro, se debe cumplir con una enorme lista de normas para demostrar espiritualidad. Por el otro lado está el liberalismo, en el que los mandatos están, pero no son para mí, porque de alguna manera la “gracia” me permite saborearlo todo sin importar lo que mi conciencia advierta y sin importar como la conciencia de otras personas pueda ser afectada. Las dos son erróneas!

 

Solo viviendo en el Espíritu, teniendo cuidado de aquellos que viven a nuestro alrededor y nos ven día a día, podemos encontrar el balance del conocimiento y el amor que necesitamos para vivir y desarrollar el potencial que Dios nos a dado.

Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal. (Prov 4:26-27)