Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
Quien lleva el apellido de su padre cuando este es una personalidad hace que reciba beneficios en el trato y preferencial por aquellos que admiran y respetan a ese personaje especial. Seguramente si es hijo de un presidente le esperan honores de recibimiento cuando visita lugares, las mejores habitaciones de los mejores hoteles y de seguro los alimentos mas exóticos y regalos especiales. Quienes ofrecen todas estas dadivas lo hacen porque identifican a ese hijo con su padre y advierten que su comportamiento es igual o quizás mejor que el de su padre. La clave aquí es que ese hijo que representa su familia lleva consigo una formación que ha tomado en su diario vivir con su padre y aunque sea adoptado la gente lo identificara de acuerdo al buen nombre de su padre. El honor máximo a que cualquier ser humano puede llegar es el tener el titulo de Hijo de Dios y para acceder a él se debe transmitir en el ambiente el carácter del mismo Dios quien es pacifico en gran manera, pues Él es lento para la ira y grande en misericordia (Salmo 103:8). La paz se lleva en el corazón y se transmite en todo lo que vivimos día a día, paz con Dios, paz con nosotros mismos y paz para con los de afuera.
Sin embargo, cuando el hijo de un presidente llega a un territorio hostil que sabe del poderío y la soberanía de su padre pero le aborrecen y no quieren aceptar su autoridad, entonces ese hijo deja de ser bienvenido y por el contrario se convierte en un objetivo al cual quieren hacer el mayor daño posible. Pues bien, ese es el escenario que Jesús advirtió para quienes le recibiesen y llevan una vida agradable a los ojos de Dios. Nuestra tarea no es salir del mundo sino atacar con las armas de paz y el evangelio puro de Jesucristo los rincones oscuros que necesitan ver brillar “La luz del mundo” (Mateo 5:14). No hay nada que temer, nuestro padre tiene todo poder y todo dominio para ayudarnos a vencer pues el ya vencio! (Juan 16:33)
Vive una vida pacifica, refleja lo que hay en tu corazon, has sonreír con tu vida el Santo rostro de Dios… Se Feliz!
