“Nadie enciende una luz y la cubre o la oculta, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz” (Lucas 8:16)

A finales de julio del 2012 Un enorme apagón azotó el norte y el oriente de India, dejando sin electricidad 600 millones de personas. Esta situación puso en intranquilidad a la población ya que desacelero las actividades y puso en riesgo a quienes trataban de completarlas, además en algunos sectores la oscuridad podría ser utilizada por quienes quieren causar danos, una vez la Luz fue restaurada la población celebro jubilosa pero nerviosamente preguntándose si habría de suceder nuevamente. La presencia de un seguidor de Jesucristo debe ser motivo de júbilo en aquellos que andan en la oscuridad, no solo por el hecho de revelar la necesidad de andar en la luz sino además porque su presencia influye y contagia como lo hace la sal a todo lo que toca. Jesús nos dijo que tu y yo somos la luz del mundo y la sal de la tierra más que como un desafío, como una misión que tú y yo debemos cumplir. Sin la presencia de Dios la vida no tiene sabor, no se conserva. Sin su luz solo existe la posibilidad de tropezar constantemente y perder la orientación. Es triste ver que alguien se destruya porque la luz no estuvo presente para corregir, o sencillamente no brillo en su momento para advertir.

Jesús te anima a alumbrar, a brillar de tal manera que la gente vea lo que tu haces y le de gloria a Dios (Mateo 5:16) ya que indudablemente tus obras son consecuencia de la luz que habita en el lugar sagrado de tu vida, Tu corazón!

Enfrenta este día dispuesto a brillar en medio de tu comunidad con tu comportamiento lleno de buenas obras, contagia a todo aquel que se acerque a ti con el sabor irremplazable de Su presencia, dibuja una sonrisa en el rostro de Dios con lo que tu prójimo expresa al ver lo que haces.

Vive una vida de sincera pureza, Se Feliz!