Cual es Tu Espectativa?

“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27)
 

Quien además de Jesús hablo de su segunda venida? Hablaron los profetas (Isaías 59:20) hablaron los apóstoles (2 Pedro 3:10) lo hablo el apóstol Pablo (2 Tesalonicenses 2) y lo hablaron hasta los ángeles (Hechos 1:10). Jesús dio detalles de las señales que se verían antes de su regreso y advirtió que así como la higuera permite ver la proximidad del verano en su follaje, así mismo estos eventos dejarían ver la inminencia de su segunda venida. En cuanto al día y la hora, es potestativo solo de nuestro Padre celestial, pero que se acerca y que va a suceder es inminente. En que afecta esto mi vida aquí en la tierra? Jesús nos comparo a un padre de familia que cuida de si mismo y de los suyos con mucha mas intensidad cuando a sido advertido de la inminencia de una visita sorpresiva de un ladrón, cuidando su casa y tomando acciones de precaución para no ser sorprendido (Mateo 24:43) Jesús dijo que la acción normal de ese padre seria “velar y no dejar minar su casa”

Como creyente de Jesucristo leyendo su palabra y viendo en las noticias y acontecimientos que suceden en el mundo estas lo suficientemente convencido para velar? La palabra velar significa “estar despierto, no dar lugar al sueño” Entonces, estas velando? O prefieres ignorar las señales y disfrutar de una pequeña siesta espiritual poniendo en riesgo tu vida? De que manera te das una siesta? Cuando dejas tu relación con Dios como prioridad y la centras en cosas que quizás te traen pequeñas alegrías o placeres pero que al final te conducen fuera del camino de comunión con Dios y consecuentemente de tu iglesia y familia en Cristo.

Quienes duermen se sentirán sorprendidos y harán parte de la reacción de todas las tribus de la tierra, tomando sus cabezas con las dos manos y lamentándose de lo que pudo ser y no fue por negligencia (Mateo 24:30). No es hora de dormir, es hora de velar activamente pues esta actitud te permite responder como el apóstol Juan a la afirmación de Jesús “Ciertamente, vengo pronto” diciendo “Amen, si, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20)