No a existido una descripción humana perfecta que revele el significado de la palabra Amor. Lo confundimos con una ilusión, con un deseo, con la simple admiración que le damos a algo o a alguien; creemos encontrarlo en alguien que utiliza la expresión “Te Amo” como una expresión de simpatía o admiración pero en realidad el Amor es el sentimiento más grande que Dios dispuso para el hombre. Más grande que la fe, más grande que la esperanza es el amor. Más duradero que la ciencia y mucho mas eterno que la profecía.
Pero entonces que es en realidad? El amor es un mandamiento, el primero en la lista de los diez (éxodo 20:1), el requisito de un pueblo que quiere vivir prospero y seguro (Deut 6:4-5), el mandato a los hombre casados (Efesios 5:25)… en otras palabras es un sentimiento que puedes acatar y seguir o sencillamente ignorar y tratar de actuar, pero el amor tiene valor, practica y resultados que lo hace difícil de falsificar. En una ocasión un fariseo le pregunto a Jesús: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Biblia. (Mateo 22:36-40)
Muchos describen el amor con un flor, con unos chocolates, con un corazón; muchos otros han escrito pagina tras pagina en poemas, canciones y composiciones acerca del amor, pero en realidad la descripción y el símbolo perfecto del amor lo representó y dibujo el autor y generador del amor mismo, “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Juan 15:13)