Se Fiel… Hasta la Muerte!

“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” (Apocalipsis 2:10)

El diccionario define la palabra fidelidad como lealtad y curiosamente lo ejemplifica con la Amistad decidida que un perro ofrece a su amo. El animal obedece a su instinto mientras los hombres aunque no conozcan a Jesús lo llevan en su conciencia de tal manera que la alarma se enciende cuando esta en peligro de pasar el limite. Cuanto más espera Dios de los creyentes que hemos sido lavados y comprados a precio de la sangre de su hijo? No existe un “fidelidometro”, es decir un aparato que pueda medir la fidelidad de tal manera que nadie puede evaluar a ciencia cierta el grado de fidelidad, pero en nuestro diario vivir nuestras obras, nuestro comportamiento y nuestros caminos testifican de la fidelidad que almacenamos en nuestro corazón. Fidelidad a que? A tus principios y valores, a tu familia, a tus negocios, a tu cónyuge y por ende tu fidelidad a Dios y su Palabra. Todo viene asociado, no puedes pretender serle fiel a Dios y violar la confianza de alguno de los anteriores rubros, pues son una cadena que una vez rompe un eslabón se considera estropeado y se debe trabajar con firmeza para repararla.

La fidelidad es parte de la integridad de un individuo y debe ser un saco blindado para el creyente, pues el ceder a los principios, los valores, la familia y más allá la relación con Dios y la obediencia a su palabra constituyen un daño que desestabiliza nuestro caminar y trae tristeza al santo rostro de Dios.

Tu fidelidad será altamente premiada con una corona que muchas culturas y personas han buscado con ansiedad, y esta disponible para ti y para mi mientras mantengamos los limites y obedientes a su palabra vivamos una vida de felicidad con toda sujeción y paciencia. Si hemos pasado el límite es tiempo de arreglarlo y solo Él puede hacerlo, pues “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” 1 Juan 1:9

Acércate tranquilo al trono de la gracia, reconcíliate y renueva tus votos de fidelidad a él. Vive una vida Feliz y deja que Él te bendiga para que Tú también seas bendición.