En la carta a la iglesia de apocalipsis el Señor Jesús le escribe a la iglesia de Laodicea un mensaje que retumba aun en los oídos de su iglesia de hoy.
Apocalipsis 3:15-17 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Como la iglesia de Laodicea muchas veces nos encontramos infectados de amor por cosas materiales, olvidando a aquel que es nuestra provisión y nuestro amparo, aquel que nos provee todo para su honra y para su gloria. Cuando es El Señor la fuente de nuestra provisión, él es también el objeto de nuestra gratitud y es nuestra gratitud hacia el quien nos hace vivir para El, porque sabemos que no es en nuestra propia fuerza, no somos autosuficientes es Cristo nuestra fortaleza y el es quien nos da todas las cosas conforme a sus riquezas, no porque lo merezcamos sino por su gracia infinita, la misma que nos rescató del pecado es la misma gracia que nos da todo cuanto necesitamos de la fuente inagotable que es El mismo.
Quizás el punto más peligroso es cuando nos atoramos en las bendiciones al punto que no somos conscientes de nuestro estado pecaminoso, morimos… sin darnos cuenta. Por eso, antes que sea demasiado tarde necesitamos afirmar nuestras prioridades, para no ser esclavos de nuestras bendiciones materiales, y dejar que las cosas y más cosas estén primero que Dios. Meditemos en lo que el Señor nos afirma en su palabra “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33 No tengas temor en pedir al Señor para tus necesidades, o tus sueños, pero asegúrate que Él es tu prioridad aun en tu más pequeña necesidad o en tu más grande sueño. Él es el Señor de todo o sencillamente no es tu Señor. Recuerda: él es Tu Proveedor” Salmo 34:10 – Los leoncillos pasan necesidades y sufren hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.